BELTZA, de Javier Sagastiberri (Bohodón Ediciones)
Esta es la historia realista de un pistolero por ideología inducida que pasa a ser pistolero profesional a causa de una suerte de conveniencia y de afición.
Y es la historia de un tipo perverso que canaliza su monstruosidad interior y sed de sangre integrándose en la banda terrorista ETA (no por radical compromiso político sino porque han matado a su hermano y eso le convierte en un violento adolescente al que le va la marcha y quiere vengarse del mundo), y el cual, cuando deplora el compromiso político de ETA sigue en la banda siendo pistolero por afición.
Y esta es una historia sobre el asfixiante, conflictivo, contradictorio, violento e impactante ambiente político-social del Bilbao de los años 70 (un Bilbao repleto de violencia callejera tanto por parte de los radicales izquierdistas como muchas veces también de los policías y guardias civiles).
Y esta es la historia (moral, no política) sobre lo mucho que se parecían de facto la violencia de los pistoleros de ETA y la violencia de los guardias civiles torturadores.
Y esta es una novela sobre la pareja perversión en ETA de los dirigentes y de los pistoleros.
Y esta es una historia psicológica sobre los subterfugios del criminal y su deriva biográfica y psicológica que él entiende como un camino de perfección…
Escrita con la violencia con atmósfera de un western urbano, y con los elementos narrativos de la crónica periodística, y con los instrumentos analíticos de la novela psicológica, y con cierta influencia del cine político de Imanol Uribe, Eloy de la Iglesia, Pedro Costa, Mario Camus, José Antonio de la Loma y por ahí todo seguido, esta novela sorprendente, una excelente aportación a nuestro hard boiled escrita con nervio, con atmosfera, con capacidad de embeleso y con gran penetración en la parte más turbia y oscura de lo humano, narra la historia de "Beltza" (que significa negro en euskera, y es como se le llama a este personaje recurrente que sale en todas las novelas policiales de Javier Sagastiberri desde la genial Un dios ciego): un pistolero de ETA que, originario de la burguesía vasca, ya de adolescente había abandonado sus estudios para integrarse en esa organización armada, pero de pronto decide abandonar la organización para convertirse en un pistolero profesional pues ser pistolero es lo que mejor sabe hacer y lo que le proporciona autoestima a la par que posibilidades de vengarse del mundo.
Lo mejor de esta novela es la parte en la que se explica argumentalmente, sociológicamente, contextualmente y psicológicamente por qué un activista integrado en una banda armada decide convertirse en un pistolero de élite (las razones de Belzta para acabar siendo lo que es no solo son la clave de esta muy meritoria novela, sino que, en buena medida, explican muchas cosas sobre el Euskadi actual, y sobre la condición humana.
El final de esta novela es acojonantemente cínico, y nos deja secos al tiempo que nos ilumina.
He aquí, a nuestro juicio, la mejor aportación de los últimos años de la llamada Txapela Noir al panorama de la novela negra contemporánea: una contundente novela con asesinatos, torturas, mafiosos, justicieros,
corruptos y adolescentes que buscan venganza, escrita en primera persona por un miembro de ETA que mira la organización desde fuera porque no está ahí por ideología sino por sed de venganza, y por eso nos cuenta muy bien lo que a menudo no se entendía sobre ETA…
No nos extraña que Javier Sagastiberri, que es autor de los best sellers de novela-enigma Muerte en el Carton y Muerte en la Ría, y de las novelas hard boiled contundentes El asesino de reinas, Un dios ciego, y
Una tumba sin nombre, haya ganado el VI Premio de novela negra BMB con Beltza.
Una muy buena novela negra es Beltza. Javier Sagastiberri es uno de los grandes.
Luis Artigue